CON TAPÓN DE CORCHO, POR FAVOR

Extremadura es una de las comunidades españolas que más litros de vino produce. En los últimos años, los caldos extremeños han reivindicado el lugar que por derecho les corresponde en un difícil mercado, siendo protagonistas en importantes escenarios gastronómicos y enológicos tanto a nivel nacional como internacional.

Pero, ¿cómo se consigue esto? ¿Por qué los vinos extremeños triunfan alrededor del mundo? Unas variedades bien seleccionadas, un terreno adecuado y un clima ideal, combinan a la perfección con el punto y final del proceso. El embotellado es parte del éxito de un buen vino, y es en ese momento cuando entra en acción el actor silencioso, ¡el tapón de corcho! Conozcamos por encima un poco de su historia.

El corcho es la corteza del alcornoque, una de las especies arbóreas más comunes en la dehesa. La relación de Extremadura con el corcho se remonta a siglos de antigüedad; los alcornoques han sido y son, fuente de ingresos para miles de familias. Extremadura produce entre 20.000 y 23.000 toneladas al año, generando una economía totalmente sostenible y respetuosa con el medio, ya que, para extraer la materia prima, no hay necesidad de talar el árbol.

Para profundizar un poco más en este tema tan desconocido para algunos, he querido conversar con una de las personas que más sabe de esto en España, Jorge Gruart, académico de la AEXG y gerente de Ibelcap, escritor del libro El Dios de la Lámpara, basado en sus experiencias en el entramado del mundo del corcho, desde su recolección hasta su proceso y manufactura, indiscutible autoridad en este mercado.

Gruart considera que al tapón de corcho siempre le saldrán competidores, ya sea por un motivo u otro. Los tapones de silicona creyeron ser una alternativa, a medida que el vino fue poniéndose de moda, pero lo cierto es que nunca serán rivales, ni siquiera en el precio, equilibrado ahora por el microgranulado y el screw cup para vinos de rotación rápida.

Gruart no duda: el corcho de más valor es el corcho natural, para muchos ya considerado un bien escaso.

Los tapones de silicona u otros materiales suelen ser demandados en la industria de vinos jóvenes, donde priman los costes asequibles sobre la calidad del producto. Pero si buscas un producto final único, que conserve intactas sus propiedades, el tapón de corcho siempre será la mejor opción. Y es la materia prima que también se encuentra presente en grandes destilados como whisky o cognac, pues sólo este material proporciona el cierre ideal a la botella, permitiéndole envejecer mientras se oxigena. Además, las propiedades del corcho posibilitan la evolución y maduración del vino en botella (como ya vimos en el artículo Envejecimiento del vino de nuestra académica Isabel Mijares).

Este tipo de tapón protege a su vez al vino frente a microorganismos como bacterias o moho; pero ojo: de la misma manera que puede ser el mejor aliado, también podría ser su mayor enemigo. Es posible que alguna vez al abrir una botella, ésta nos haya dado olor a corcho. Esto sucede cuando el tapón está contaminado por un hongo responsable de la formación de una molécula denominada tricloroanisol, responsable de que se desprenda ese fuerte olor.

Charlando con Gruart sobre este tema me confirmó que efectivamente, un corcho podría arruinar un buen vino, si bien hoy en día es casi imposible que esto suceda por los exhaustivos controles que se realizan durante el proceso de recolección y fabricación. Además, en bodega se encuentran profesionales altamente cualificados que trabajan con la última tecnología, y conocen perfectamente tanto el tipo de tapón a emplear según las características del vino, como la idoneidad de líneas de embotellado, botellas, etc.

Durante nuestra charla no pude evitar preguntarle por la rentabilidad del producto, ya que siempre ha existido ese argumento de que el corcho es alcanzable sólo para algunos bolsillos. Jorge Gruart no tiene duda de que ahora, más que nunca, y siempre refiriéndonos a vinos de gran calidad, el corcho es una garantía de conservación y evolución del mismo. Aunque también afirma que no existe un «filtro» alternativo que asegure que el vino gozará de cuanto necesite para desarrollar todas sus propiedades y aromas.

En definitiva, el tapón de corcho siempre vencerá por goleada a todos los demás pues, como ya he mencionado anteriormente, sus atributos lo convierten en el complemento perfecto de un buen vino, añadiendo a su conservación un excelente envejecimiento.

Este artículo ha sido escrito por Patricia Novo Olivera.



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